miércoles, 18 de julio de 2012

Capítulo 37.

Narra Liam.

Los gritos de Harry me habían despertado, pero Ángela todavía seguía dormida. La abracé por detrás y ella se removió entre mis brazos. Se dio la vuelta y nuestras narices quedaron pegadas.

-Buenos días princesa.
-Buenos días amor.
-¿Qué tal has dormido?
-Genial como cada vez que estás a mi lado.
-Aw, te quiero pequeña.
-Y yo -me dijo, luego me dio un pequeño beso en los labios.

Fuimos a desayunar con los demás, que estaban en la cocina. Niall y Emma todavía seguían dormidos. Preparamos el desayuno y esperamos a que se despertaran los dormilones. Sobre las 10 oí a los padres de Emma llamarla. Subí a ver qué querían. 

-¡Hola Liam! ¿Emma no está despierta? -dijo su madre.
-No, todavía no. ¿Queréis algo? Yo os lo traigo sin problemas.
-Pues tenemos un poco de hambre, así que si no te importa traernos el desayuno. Te lo agradeceríamos mucho Liam -dijo César.
-No es ninguna molestia, enseguida os lo subo.

Bajé a la cocina y puse en una bandeja unas tostadas con mermelada y dos tazas de café con leche. Les subí el desayuno y me quedé charlando animadamente con ellos hasta que acabaron y lo recogí. Al de 5 minutos de bajar a la cocina Emma y Niall se levantaron y desayunamos todos juntos, aunque nosotros ya estábamos acabando. Después Itsaso, Zayn, Marina y Louis se fueron a pasar el día fuera, y Ángela me dijo que nosotros también nos íbamos. Cogimos lo necesario para pasar el día fuera y salimos de la casa de Emma.

-Cariño, ¿a dónde vamos?
-No sé, paseemos y a ver hasta donde llegamos. Yo te voy diciendo qué es cada sitio.

Y así hicimos, fuimos recorriendo la ciudad, y mientras tanto ella me contaba todo lo que sabía de los diferentes sitios por los que pasábamos. Entre una cosa y otra se nos hizo la hora de comer y comimos en un pequeño restaurante italiano que dijo Ángela que poca gente conocía. Después me llevó en metro hasta un sitio que tenía playa que decía que se llamaba Plentzia, o algo así, casi no la entendía. Allí estuvimos tumbados en la arena besándonos y abrazándonos. Disfrutando el uno del otro. Se hizo de noche, y cuando nos íbamos a ir vimos a lo lejos a Niall y a Emma y les llamamos.


Narra Niall.


Antes de salir de casa Emma y yo preparamos unos sándwiches y cogimos algunas cosas de picar porque me dijo que nos íbamos de picnic a la playa. Desde que estaba allí todavía no había montado en el metro, pero para llegar a la playa había que cogerlo. Fuimos a un sitio llamado Plentzia, según ponía en cartel que reflejaba el trayecto del metro. Caminamos de la mano por la orilla de la playa, mientras el agua rozaba nuestros pies descalzos. Íbamos haciendo tonterías y salpicándonos con el agua, hasta que se subió a mi espalda y empezó a darme besos en el cuello.

-Pequeña, como sigas dándome besos en el cuello me voy a caer.
-¿Por qué? ¿Te desconcentro o te pongo nervioso? -dijo riendo.
-Ambas.
-Vale, me paro. ¿Pero me sigues llevando?
-Deja que me lo piense. A cambio de qué.
-¿Un beso?
-¿De qué tipo?
-De este.

Se bajó de mi espalda, rodeó mi cuello con sus manos e instintivamente yo puse las mías en su cintura. Se acercó lentamente a mis labios, y cuando estábamos a punto de besarnos me dio un beso de vaca en la mejilla y echó a correr. Corrí detrás de ella y cuando la alcancé la cogí, y la tumbé en la arena.

- ¿Y ahora cómo se supone que vas a escapar de mí? -dije mientras la cogía las muñecas.
-La verdad es que no quiero, quiero estar contigo para siempre y que me retengas a tu lado.
-Yo también cariño. Y ahora reclamaré lo que es mío-dije acercándome a sus labios.
-Encantada -dijo acabando con la distancia.

Fue un beso largo y con sabor a mar. Nos separamos y seguimos nuestro camino hasta un pequeño bosque al lado de la playa. Allí nos paramos a comer lo que habíamos traído a la sombra de un árbol. Estuvimos toda la tarde haciéndonos arrumacos, hasta que Emma se durmió apoyada en mis piernas mientras yo le acariciaba el pelo.

Pasaron dos horas y Emma seguía dormida. Había pasado la tarde respondiendo a las menciones de las fans, siguiéndolas y publicando cosas en Twitter. Cada vez que tengo un rato libre me gusta dedicarles un poco de tiempo a mis fans, sobre todo a aquellas a las que no hemos podido ir a ver todavía.
Estaba hablando con Harry por Whatsapp cuando Emma se despertó; ya había empezado a oscurecer un poco. Me dio un dulce beso en los labios y propuso ir a tomar un helado a una terraza. Allí estuvimos hasta que se hizo de noche, y cuando volvíamos para el metro oímos cómo alguien nos llamaba.

-¡Niall, Emma! -dijo Liam.
-¡Hola chicos! -dijo Emma cuando les vio.
-¿Qué hacéis aquí? -preguntó Ángela.
-Hemos venido de picnic, ¿y vosotros? Creía que estábais en Bilbao -respondí.
-Nos apetecía pasear por la playa -dijo Liam.
-Igual que a nosotros -dijo Emma. Hizo una pequeña pausa y prosiguió- ¿Volvéis ya para casa?
-Sí -respondieron ambos al unísono.

Nos montamos los cuatro en el metro. El trayecto era largo, así que estuvimos hablando todo el rato. De repente Liam y yo recibimos un mensaje a la vez. Lo abrí, era de Simon. Nos miramos y lo leímos. El mensaje decía que teníamos que volver en unos días, que había que ponerse a trabajar con el segundo disco. Volví a mirar a Liam, este bajó la mirada a modo de expresión de las pocas ganas que tenía de volver. Abrí el Whatsapp y les pregunté a los demás si habían recibido el mensaje, me dijeron que sí. Quedamos en decírselo a todas las chicas a la vez cuando llegáramos a casa. Ninguno de nosotros quería irse, pero el trabajo es el trabajo.






¡HE VUELTO! Gracias a todas esas personas que han estado apoyándome durante estos meses y me han ayudado a volver a escribir, sin ellas esto no habría sido posible. las dos personas más importantes han sido Cristina y Amaia. gracias por estar ahí desde el principio, gracias por confiar en mí y devolverme la ilusión. 
Espero que os haya gustado el capítulo, no es de los mejores, pero es una entrada para lo que vendrá después. Comentar si tenéis alguna idea :) ¡Os quiero!