lunes, 26 de marzo de 2012

Capítulo 36.

Me desperté con el roce de unas manos en mi pelo. Llevaba despertándome igual todos los días desde que estábamos en mi casa. A Niall le gustaba verme dormir y como yo dormía más que él aprovechaba la oportunidad. Cuando vio que abría un ojo me dio un beso en la mejilla.

-Buenos días dormilona. No sé cómo eres capaz de dormir más que yo, ¡eres como una marmota!
-Yo también te quiero Niall -dije poniendo cara de enfadada.
-Sabes que lo decía de broma cariño.
-Lo sé bobo.

Miré a mi alrededor y no había nadie. Los sacos estaban recogidos y doblados en uno de los sofás. Se oía mucho ruido de la cocina así que supuse que estarían allí. Y así era, estaban desayunando todos alrededor de la mesa.

-¡Buenos días! Ya era hora -dijo Louis.
-Pero si son las diez y media Lou, que tampoco es tan tarde.
-Ya pero llevamos despiertos desde las nueve por culpa de Curly Boy que no paraba de decir en sueños "Helen, Helen".
-Ya lo tuvo que contar -susurró Harry entre dientes.
-No te enfades, ya sabes cómo es -le dije a Harry dándole un beso en la mejilla.
-Sí, sé cómo es. Y lo malo es que soy incapaz de enfadarme con él.
-Es lo que tienen mis encantos... -dijo Lou.
-...Que no los puede resistir nadie -acabó Marina.
-Ni siquiera tú te resististe.
-Yo no opuse resistencia Carrot -dijo Marina besando después a Louis.
-Chicos, Zayn y yo nos vamos a dar una vuelta, no sé si volveremos para la hora de comer -dijo Itsaso.
-Perfecto -dijo Ángela guiñándole un ojo a Itsaso.

Los dos tortolitos se fueron y Niall y yo nos pusimos a desayunar. Liam me dijo que les había subido el desayuno a mis padres a las diez porque me habían estado llamando, y a mi hermana se lo había subido Harry después de lo de Louis. Cuando acabamos Marina iba a enseñarle a Louis Bilbao, y Liam y Ángela  también iban por Bilbao, a recuperar el tiempo perdido paseando por sus calles. Todos dijeron que no volverían hasta la tarde. Así que nos quedamos Harry, Niall y yo. Decidimos salir a dar un paseo como el día anterior. Preparamos a mis padres y a mi hermana y nos fuimos a enseñarle la cuidad a Harry. En el tiempo que Niall llevaba aquí habíamos paseado todas las mañanas y tardes por diferentes lugares de la cuidad, y poco a poco se iba familiarizando con ella. No habíamos tenido muchos momentos para nosotros solos, estábamos pendientes de mis padres todo el rato. Harry con todo el cariño del mundo se ofreció a cuidar de los tres toda la tarde para que pudiéramos pasar Niall y yo una tarde a solas. Mis padres estaban encantados, ya que conocían a Harry de aquel verano que vinieron. Así que lleve a Niall a una playa a la que me gustaba ir cuando necesitaba desconectar.



Narra Itsaso.


Durante los últimos días en Londres entre Zayn y yo no pasó nada, pero a mí cada día me gustaba más. Cada vez que me abrazaba por la cintura un escalofrío recorría mi espalda, cada vez que su mano rozaba la mía una descarga eléctrica me sacudía. Con el sentía cosas que no había sentido con nadie. Intenso hormigueo en el estómago, sonrisa tonta al oír su nombre... Sabía que él sentía algo por mí, pero no sabía si era el mismo amor que sentía yo por él. Cuando vinieron por el cumpleaños de Liam fue una gran sorpresa, ninguna de nosotras se lo esperaba. Zayn vino hacia mí con su sonrisa perfecta y me abrazó. Me dijo que al día siguiente tenía que decirme algo importante. Nada más despertarse Emma nos fuimos a dar una vuelta por Bilbao, y enfrente del museo Guggenheim se paró y se sentó en un banco.

-¿Qué te pasa?
-Nada, solo quiero decirte lo que te comenté ayer.
-Adelante, te escucho.
-Itsaso, desde que te fuiste de Londres los días se me han hecho eternos sin ti. Pensé que lo soportaría pero no fue así. Un fuerte dolor inundaba mi pecho, como si me faltase la respiración, como si una parte de mi corazón no estuviera conmigo. Y es porque esa parte la tienes tú, porque tú has robado mi corazón. Desde el momento en el que apareciste en ese aeropuerto algo en mi se removió, y una serie de sensaciones que no había experimentado hasta ese momento aparecieron. A medida que pasaban los días se hicieron más fuertes y para cuando me di cuenta de lo mucho que te necesitaba ya te habías ido. No quería fastidiarla, quería estar seguro de lo que sentía antes de decirte nada. Eres la pieza que completa mi puzzle, la que he estado buscando durante tanto tiempo, la que necesito para sobrevivir. Que no sé si podré estar un día más sin ti, que te necesito a mi lado para ser feliz, para poder seguir adelante. Que te quiero.

No me salían las palabras. Solo fui capaz de articular un "Yo también te quiero Zayn". En ese momento él sonrío y se acercó lentamente hacía mi. Tomó mi rostro entre sus manos y me besó con la mayor dulzura posible. Coloqué mis manos alrededor de su cuello y me dejé llevar. Fue un beso largo, intenso, esperado. Separamos nuestros labios cuando nos faltó el aire, pero mantuvimos nuestras frentes pegadas. Ambos sonreímos como nunca lo habíamos hecho.
Cogí su mano y comenzamos a caminar. Algunas fans se paraban y se hacían fotos con él, pero se fueron enseguida. Nosotros seguimos nuestro paseo por Bilbao hasta que nos entró el hambre y entramos a comer en un restaurante. Al acabar la comida, él, muy cabezota, acabó pagando. Después fuimos al parque de doña Casilda y nos tumbamos en el césped hasta que anocheció. Entonces fuimos a casa de Emma y les contamos lo que había pasado, porque al vernos entrar muy juntos empezaron a hacer preguntas.









Siento mucho mucho mucho no haber subido en tantos días. No estaba inspirada, y hoy tampoco, pero para celebrar las 10000 visitas he escrito este capítulo. Es un poco corto, lo sé, espero que me perdonéis. Bueno, quiero dar las gracias a todas las que me leéis porque gracias a vosotras esto sigue adelante, porque me dais ánimos para seguir. También quiero decirles algo a dos personas que comentaron en el capítulo anterior. La primera es "Anónimo", como u propio nombre lo indica, no sé quien eres, pero te agradezco mucho tu comentario. Y la segunda es "#", no me deja ver tu perfil así que no puedo ver tu historia. Todo el que quiera mandarme el link de sus historias, que me siga en Twitter, y el que quiera que le avise de los capítulos o comentarme algo y que les responda también. Es @Love_1DBoys. Gracias por vuestra paciencia y compresión, sois las mejores. ¡Os quiero!

miércoles, 14 de marzo de 2012

Capítulo 35.

Hacía varios días que Ángela no paraba de decir que no iba a estar con Liam el día de su cumpleaños, que no le iba a poder ver... A todas nos daba pena no poder estar el día del cumpleaños de Liam, pero cuando Niall volviera le llevaría nuestros regalos. Estas últimas dos semanas Liam y yo habíamos hablado mucho, nos veíamos todos los días por el Skype y estábamos varias horas charlando. Ya le había dicho que tenía su regalo, y que se lo llevaría Niall, pero él me decía que no quería regalos y yo le dije que no se podía devolver. 

Ese día 29 había llamado a Liam pronto para felicitarle, pero no me cogió el teléfono. Sobre las 11, un par de horas después de haberle llamado, el timbre de casa sonó, no esperábamos a nadie, pero Niall fue corriendo a abrir. De repente alguien me tapó los ojos con las manos.

-Niall, ¿para qué me tapas los ojos?
-Ah, bien, o sea que ya no reconoces el perfume de tu mejor amigo, vale, muchas gracias.

Me di la vuelta y allí estaba, con una amplia sonrisa en la cara. Me levanté del sofá y fui a abrazarle con todas mis fuerzas, no le había visto en persona desde el día 9. Veinte días... demasiado tiempo. Se separó de mí y me dio un beso en la mejilla. Como un haz de luz volvió a mi cabeza el pensamiento de que hoy era el cumpleaños de Liam, así que le tiré de las orejas y le canté el cumpleaños feliz, aunque no comprendió mucho de lo que decía. Luego fui a saludar a los demás, Harry y Louis me levantaron por los aires y Zayn fue más moderado y me dio un abrazo. Subí a la planta de arriba y les dije a mis padres que teníamos visita, que habían venido los amigos de Niall, y me dijeron que subieran, ya que ellos no podían moverse de la cama. Los chicos subieron y fueron muy amables con mis padres. Cuando acabamos fuimos a darle una sorpresa a mi hermana, que todavía seguía dormida la muy dormilona. Niall fue a por mi guitarra y se colocaron todos alrededor de la cama de mi hermana y comenzaron a cantar. Mi hermana poco a poco fue abriendo los ojos y les vio a los 5 allí, y pegó un pequeño grito. Los chicos la abrazaron y le firmaron unas cuantas cosas que tenía allí, estaba muy ilusionada. Les pedimos a los chicos que bajaran al salón ya que tenía que asear a mi hermana y a mis padres, porque no podían solos. Cuando acabamos la bajé subida a mi espalda y la senté en el sofá mientras le preparaba el desayuno. Les pregunté a ver si querían tomar algo y me dijeron que no. Mi hermana desayunó y decidimos llamar a las chicas para que vinieran. Al de 20 minutos estaban todas allí, ya que les dije que era urgente. Cuando les abrí la puerta se quedaron asombradas.

-No no no no no puedes ser -empezaron a tartamudear.
-¡Chicas! -gritaron todos abriendo los brazos.
-¡Chicos! -respondieron ellas yendo a refugiarse en los brazos de sus respectivas parejas.

Marina y Ángela no se cortaron ni un pelo con Louis y Liam. Zayn e Itsaso no fueron tan demostrativos como los demás, ya que no eran pareja, pero también se abrazaron. El resto de la mañana nos la pasamos hablando, y cuando llegó la hora de comer hice comida para los trece. Como todos los días, Niall me ayudó a cocinar, siempre lo hacía, fuéramos 2 o 30, le daba igual. Hicimos algo sencillo para nosotros y los platos de la dieta que les había mandado el doctor a mi padres. Mi madre hacía un par de días que había empezado a caminar con las muletas, así que entre ella y yo bajamos las escaleras en dirección al salón. En cambio mi padre todavía no caminaba, y esos días nos habíamos apañado Niall y yo para bajarle a pulso por las escaleras, pero hoy los chicos se ofrecieron con mucho gusto a bajarle entre todos y que pudiéramos comer juntos.
Al acabar de comer recogimos todo y fuimos a dar una vuelta, ya que hacía muy bueno. Yo empujaba la silla de mi madre, Niall la de mi padre y Harry la de mi hermana. Habíamos salido así todas las tardes desde que volvimos a casa después del accidente, cada día una de las chicas se turnaba apara llevar la silla de mi hermana, pero hoy como Helen se había tenido que quedar en Londres, Harry llevaba a mi hermana. Iban conversando animadamente, ella no dejaba de contar chistes malos en inglés, y él de intentar hablar en castellano. La verdad es que mi hermana tenía muy buen nivel de inglés, ya que había ido desde pequeña a la academia, y eso que solo tenía 10 años. Llegamos al parque del centro de la cuidad y nos sentamos en unos bancos que había. 
A la hora de merendar compramos unos helados en la heladería y volvimos para casa. Las chicas se pararon en sus respectivos hogares para coger los regalos de Liam. Cuando llegamos ya eran casi las ocho y decidimos montar una pequeña fiesta para celebrar el cumpleaños de Liam.

-¿Qué os parece si pedimos unas pizzas y celebramos el cumpleaños de Liam?
-Estaba deseando que lo propusieras -dijo Louis.
-Hasta hemos traído los regalos de Liam -comentó Harry.
-¿Más regalos después de haberme regalado el billete de ida y vuelta hasta aquí? ¡Venga ya!
-Sí, más regalos -dijo Zayn con cara de pillo.
-Ya os dije que no quería nada.
-Pero a todos los aquí presentes nos da igual que no quieras nada, te vamos a comprar regalos por tu cumpleaños igualmente -dijo Ángela.
-A mí con verte estos días ya me basta como regalo.
-OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOH -coreamos todos.
-Bueno, empecemos con los regalos y luego ya cenamos -dijo Niall.

El primero fue Zayn que le regaló unas playeras de correr que Liam llevaba mucho tiempo buscando pero que no había encontrado en ningún sitio. El segundo fue Louis que le regaló unas clases de conducir impartidas por él y una camiseta que ponía "Louis es el mejor profesor de conducción del mundo", que tenía que llevar durante las clases. Todos estallamos en carcajadas y nos pusimos a llorar de la risa. Después fue Harry que le compró, junto con Helen, unas entradas para ver un partido de la NBA para cuando fueran de gira. Luego prosiguieron Marina e Itsaso con su regalo, que era la camiseta de esa temporada de los Lakers para que se la pusiera en el partido; se habían compinchado con Harry y Helen. La siguiente fue Ángela que le regaló un fin de semana romántico para los dos. Y por último, Niall y yo. Al ser nuestro mejor amigo habíamos comprado un regalo cada uno y luego uno entre los dos. Primero le di el mío, que era un álbum con fotos nuestras y una carta. Luego Niall sacó su gran regalo. Por la forma ya se suponía lo que era, pero aún así Liam lo abrió. De aquella funda sacó una guitarra preciosa con su nombre grabado y una dedicatoria de Niall. Y para acabar, le dimos el regalo que le habíamos comprado entre los dos. Era una cámara semi-réflex para que Liam pudiera sacar ese talento que tenía y que a muchos había ocultado. Después de todos los regalos, nos fue abrazando a todos. Vino con los ojos llorosos hacia donde estábamos Niall y yo.

-No me quedan palabras para agradeceros los regalos y todo el apoyo y el cariño que me dais. Os quiero -dijo para después fundirnos en un abrazo.
-Nosotros a ti también Liam.

Tras los agradecimientos y la cena, los chicos tenían intención de irse a su hotel, pero les prohibí rotundamente que se fueran. Saqué todos los sacos de dormir que tenía de cuando mi padre era instructor de campamentos y los repartimos por el salón. Acostamos a mis padres y a mi hermana en el piso de arriba y bajamos a dormir todos juntos en el salón.

lunes, 12 de marzo de 2012

Capítulo 34.

-Niall, tengo miedo, miedo de perderles. Me han dicho que puede que mi padre no vuelva a caminar, y a mi madre la operan mañana. Estoy muy asustada -dije entrecortadamente.
-Escúchame, todo va a salir bien ¿vale? Se recuperarán -dijo dándome un beso en la parte alta de la cabeza.
-Eso espero...

Caminamos hacia dentro; primero fuimos a ver a mi hermana. Enseguida le salió una sonrisa al ver a Niall entrar por la puerta, era fan de los chicos. Ellos hablaban animadamente mientras yo les observaba, me gustaba ver a mi hermana sonreír en este momento tan difícil. Luego fuimos a ver a mis padres, los dos tenían mejor cara, incluso hablaban con normalidad. Al de media hora vino un médico y nos dijo que teníamos que dejarles dormir. Fui a darle un beso de buenas noches a mi hermana y Niall se ofreció a quedarse con ella, mientras yo me quedaba con mis padres. Me despedí de Niall con un pequeño beso y fui a la habitación de mis padres. Me costó mucho encontrar la postura para estar cómoda en aquellas horribles sillas. 

Tuve gran parte de la noche para pensar, ya que solo dormí cuatro horas. Estuve pensando en que no podía dejar que Niall diera de lado a los chicos porque mis padres estaban enfermos, él lo significa todo para mí, pero mis padres me necesitan ahora más que nunca. Así que cuando acabaran las vacaciones le diría a Niall que se fuera con los chicos a la gira nueva, que podría permitirme que se quedara conmigo. 

Entre una cosa y otra, ya era hora de que mi madre entrara a quirófano, así que la desperté suavemente para que estuviera lista para cuando el médico llegara. Al poco rato, entró con dos celadores y se la llevo. Yo le susurré al oído que fuera fuerte y que la esperaba después de la operación. Cuando metieron a mi madre, mi padre todavía seguía durmiendo y fui a ver a mi hermana. Entré sigilosamente en la habitación y Niall y ella estaban dormidos dados de la mano, estaban muy guapos los dos. Mi hermana había recuperado color, y se la veía mejor. Me acerqué hasta Niall y le besé la mejilla, este hizo un ligero movimiento y abrió los ojos, sin dejar de estrechar la mano de mi hermana.

-Buenos días amor -me dijo dulcemente.
-Buenos días cariño, venía a decirte que a mi madre ya la han metido a quirófano.
-Vale. Oye... te veo mala cara, ¿has dormido bien?
-Apenas cuatro horas. Me he pasado toda la noche pensado.
-¿En qué?
-Mira Niall, por ahora te dejo que te quedes aquí conmigo, pero luego prométeme que cuando acabe el verano te irás con los chicos de gira ¿vale?
-Pero yo no quiero dejarte aquí sola con todo el marrón...
-Ni peros ni nada cariño, tú tienes tu carrera, y me odiaría a mi misma si te dejara quedarte mientras los chicos están de gira.
-Está bien, pero te prometo que cada día libre que tenga vendré a verte, que reservaré todos de semana posibles para poder estar a tu lado.
-No sé como puedo querer tanto a una persona, eres impresionante.
-Tú me haces impresionante.

Dicho esto nos fundimos en un cálido beso. No podía pedir más de él, me apoyaba siempre, me mimaba como a una princesa... Y todo esto había pasado en menos de dos semanas. Es surrealista, pero es mi vida. Cuando nos separamos mi hermana comenzó a despertarse, vaya casualidad. Los médicos vinieron a hacerle la revisión y nosotros nos fuimos a desayunar. Niall pidió dos cafés y un bocadillo para cada uno. Desayunamos tranquilamente y luego volvimos a donde mi hermana. El médico nos dijo que la habían llevado a realizar una radiografía en nuestra ausencia y que las fisuras eran menos graves de lo que parecían, que la pierna y el brazo curarían en menos de un mes, aunque las costillas tardarían más. Luego fuimos a ver a mi padre, que ya estaba despierto y el médico con él.

-Bueno César, parece que al final si podrá caminar. Estuvimos revisando diferentes especialistas y yo las radiografías y los escáneres y dio la casualidad e que tuvimos un problema en la impresión de todas ellas que causó que pensáramos que se había quedado parapléjico, pero no.
-Oh, muchas gracias doctor, es una gran noticia -dije yo.
-No ves como las cosas iban a mejorar -me susurró Niall al oído.
-Parece que sí.
-Bueno, y su madre señorita Robles, se encuentra en el postoperatorio, la operación ha salido satisfactoriamente y estamos esperando a que se despierte.
-¿La podré ver cuando despierte?
-Claro, la avisaré.
-Muchas gracias doctor.
-De nada.

El doctor salió por la puerta dejándonos solos a los tres.

-No sabes cuanto me alegro aita de que fuera una falsa alarma.
-Y yo cariño, y yo. 

Nos quedamos hablando con él mientras esperábamos a que mi ama se despertara. Mi padre y Niall se conocieron más, y compartieron su gran sabiduría sobre fútbol. Se notaba que le agradaba Niall, y que le hacía feliz que estuviera conmigo. Al de un rato el médico vino y me dijo que ya podía pasar, y les dejé allí hablando a los dos. Estaba en una camilla un poco incorporada bebiendo agua y con una venda en la cabeza, tenía mejor cara.

-Hola cariño.
-Hola ama, te veo mejor. 
-Eso dice el médico, me ha quitado todos los trozos y me han rellenado los huecos del cráneo con una pasta que se osifica.
-Eso me ha comentado. Por cierto, las radiografías de aita estaban mal, y va a poder caminar otra vez. 
-¡Gracias a Dios!
-Y tanto.
-¿Y tu hermana qué tal?
-Bien, dicen que las roturas eran menos profundas de lo que parecían y que sanarán en menos de un mes, pero que las costillas tardarán más. 


Los días fueron pasando y mi familia iba mejorando poco a poco. Al de unos días le dieron el alta a mi hermana y nos fuimos los tres a casa, mientras mis padres seguían en el hospital. Yo me quedaba a dormir todas las noches a dormir y luego Niall venía con mi hermana por la mañana a hacerme el relevo y que descansara un poco, pero después de comer volvía a ir. Mis padres se llevaban genial con Niall, y le tenían mucho aprecio. Al de tres días del accidente llegaron las chicas, y me dijeron que habían anulado la reserva del hotel y explicándole todo a la casera, y que sin problemas les habían devuelto el dinero que había pagado por esas dos semanas que quedaban. Los chicos habían aprovechado los días que quedaban para ir a ver a sus familias.

Sin dame cuenta ya estábamos en la última semana de agosto. Ya les habían dado el alta a mis padres y estábamos en casa todos. Yo había decidido retirar mi inscripción de la universidad por motivos de salud familiar y buscar un trabajo para poder mantener la casa mientras mis padres no podían trabajar.

Un día, recibimos una visita inesperada. El día 29 de agosto.

viernes, 9 de marzo de 2012

Capítulo 33.

Me desperté antes que Liam. Estaba muy guapo cuando dormía, con esa carita de ángel que derrite a cualquiera. Le di un leve beso en los labios y abrió los ojos.

-Buenos días princesa -me dijo con voz adormilada.
-Bueno días dormilón, ¿has dormido bien?
-A tu lado es imposible no hacerlo.
-¿Te he dicho alguna vez que te quiero?
-No, creo que no -dijo soltando una carcajada.

Nos quedamos un rato más en la cama, entre besos, caricias y abrazos. Después hicimos el desayuno entre los dos. Cuando acabamos Liam fue a darse una ducha, y yo llamé a las chicas.

-¿Sí, quién es? -dijo Emma.
-Ah, muy bonito, ni siquiera miras quién es, vale vale.
-Oh, eres tú pequeña. chicas, acercaros que es Ángela. Ya estamos.
-Hola chicas.
-Hola -respondieron las dos a coro.
-¿Nos lo vas a contar o qué?
-Sí, impacientes.

Les conté todo lo que había pasado la noche anterior y ellas no hacían más que soltar largos "Oh". Estuve hablando un rato más con ellas y luego me fui a darme una ducha. Subí arriba y justo Liam salió del baño, cogí mis cosas, le di un pequeño beso en los labios y me metí en la ducha. Al de media hora ya estábamos los dos preparados y decidimos volver a casa.


Narra Emma.

Después de hablar con Ángela quedamos con los chicos para dar una vuelta por Londres. De repente, mi teléfono comenzó a sonar.

-¿Sí?
-¿La señorita Emma Robles?
-Sí, soy yo.
-Mire, llamo del hospital de Cruces. Tengo malas noticias que darle.
-¿Ha pasado algo? -dije preocupada.
-Intentaré decirle esto de la manera más dulces posible. Sus padres y su hermana acaban de ingresar, han sufrido un accidente de tráfico.
-¿Y cómo están? -pregunté apresuradamente.
-Están muy graves, ha sido un gran accidente.

En ese momento mi tez se volvió pálida. Me paré. Se me cayó el mundo encima. Niall se dio cuenta y retrocedió. Las lágrimas comenzaban a resbalar por mis mejillas descontroladamente. Niall no paraba de preguntarme qué me pasaba.

-¿Señorita, sigue ahí?
-Sí -dije como pude.
-Nos han informado de que está en Inglaterra, pero necesitamos que venga a firmar unas autorizaciones. Usted es la única que puede firmarlas.
-Claro, cogeré el primer vuelo para España. Por favor, mantengalos con vida hasta que llegue.
-Haré todo lo que este en mi mano, descuide.
-Muchas gracias doctor, nos vemos pronto.

Colgué y me puse a llorar más aún, no podía haberles pasado esto. Niall aunque no sabía lo que me pasaba me abrazaba, y los demás ya se habían acercado a nosotros. Tuve que tomar una decisión muy dura, pero era lo mejor.

-Nunca olvides que te quiero Niall.

Le di un beso en los labios y eché a correr. Cuando reaccionó comenzó a seguirme, pero yo ya había parado a un taxi que me llevaría al aeropuerto. Consulté los vuelos que salían hacia Bilbao desde el móvil, y conseguí reservar un billete. A los 20 minutos de montar en el taxi ya estaba en el aeropuerto de Heathrow cogiendo mi billete. Tuve suerte y el vuelo salió enseguida. Por el camino, Niall me había mandado muchos mensajes y me había llamado varias veces, pero hasta que no estuve en el avión no le respondí.

Niall, mis padres han sufrido un accidente de tráfico, tengo que volver a España. Sé que no ha sido lo mejor, pero no sería capaz de darte explicaciones cara a cara y hacer que te quedaras en Londres. Sé que no me vas a hacer caso, pero quédate allí, y las chicas también, no vengáis. Te quiero mucho.

Acabé escribirle el mensaje entre lágrimas se me hacía muy duro. Pero ahora tenía que ser fuerte, tenía que mantenerme delante de mis padres y de mi hermana. Sumida en mis pensamientos se me pasó el viaje rápido. Al bajar del avión recibí un mensaje de Niall.

Voy para allá con tus cosas, no pienso dejarte sola en esto. Me quedaré el tiempo que haga falta y no se hable más. Te quiero muchísimo.

No le contesté, sabía que en menos de dos horas le tendría a mi lado y no podría rechistar. Salí del aeropuerto y paré un taxi que me llevó hasta el hospital de Cruces. Una vez allí volví a correr hasta la urgencia. Ya habían pasado casi dos horas y media desde que recibí la llamada del doctor, pero habrían pasado más desde el accidente. Enseguida di el nombre de los tres y me llevaron a las habitaciones. Mi hermana estaba en el área de niños y mis padres en la de adultos. Primero fui a ver a mi hermana.

-Ha sufrido una gran contusión en las costillas, ya que el coche ha impactado de lado. Y se ha roto una pierna y un brazo, pero está estable. Han sido roturas limpias, y eso curará antes -me dijo el doctor antes de entrar en la habitación.
-¡Tata! -dijo mi hermana entre lágrimas.
-Ya estoy aquí cariño, no te preocupes.
-Tengo mucho miedo.
-No pasa nada, saldremos de esta, siempre lo hacemos.

Estuvimos un buen rato abrazadas y hablando. Le dije que luego volvería, que iba a ver a nuestros padres. Le di un beso en la mejilla y me fui. El doctor me acompañó hasta la habitación mientras me explicaba el estado de mis padres.

-Su madre ha sufrido una grave contusión en la cabeza, y probablemente tengamos que operar. También se ha roto el brazo derecho y algunas costillas. Y su padre... ha sido el peor parado, el coche chocó por su lado y tiene graves contusiones por toda la cabeza, y puede que no vuelva a caminar.

Intenté mantenerme entera pero no pude evitar echarme a llorar, se podía haber quedado parapléjico. Iba a ser muy duro para él. Recuperé la compostura y me adentré en esa habitación.

-Emma -susurraron los dos con un hilo de voz.
-No habléis, estáis muy débiles, conservar las fuerzas para poneros bien.

Me quedé en esa habitación hasta bien entrada la tarde. De vez en cuando iba a visitar a mi hermana y estaba un rato con ella. El doctor me dijo que al día siguiente por la mañana operarían a mi madre. 

Al caer la noche fui a comer algo a la cafetería ya que no había comido nada en todo el día. Cuando me disponía a entrar a Urgencias otra vez, le vi parado delante de la puerta, mirando si me veía dentro. De repente, se dio la vuelta y vino corriendo hacía mi. Me abrazó todo lo fuerte que pudo, y yo, enterré la cabeza en su hombro y lloré.

-Ya estoy aquí pequeña, todo va a salir bien -me susurró Niall al oído.






Lo siento, lo siento, lo siento. Lo siento mucho. Sé que he estado demasiados días sin publicar, pero todo tiene un motivo. He estado hasta arriba de exámenes, hoy he tenido tres, así que con eso os lo digo todo. El lunes tengo los dos últimos, y por el ajetreo de esta semana, he decidido darme un homenaje y pasarme toda la tarde sin estudiar, y buscando ideas para los capítulos. Espero que lo entendáis. Comentar con lo que os parezca. Gracias a todas. ¡Os quiero!