domingo, 27 de noviembre de 2011

Capítulo 18.

-Wow chicos, estáis muy guapos –dije boquiabierta.

Zayn iba con unos vaqueros, una camiseta básica blanca, una chaqueta de béisbol roja y blanca, y unas Nike rojas. Louis llevaba unos pantalones azules marino, una camiseta blanca con rayas azules, una americana azul y como no, sus mocasines. Liam iba con unos pantalones negros, una camisa a cuadros verdes y negros, y unas converse verdes. Harry iba adorable, ni que tuviera una cita con Helen. Llevaba unos pantalones beiges, un jersey marrón chocolate y unos zapatos marrones. Y el último bajó Niall. Me quedé alucinada. Llevaba unos pantalones azules, un jersey de ochos beige, una gorra y una bufanda a juego de los pantalones, y unas playeras beiges.

-Emma cariño, cierra la boca que te van a entrar moscas –me dijo Harry.
-¡Calla Styles! Por cierto, me has copiado, vamos conjuntados –dije riéndome.
-Es verdad, no me había dado cuenta.
-Bueno, ¿vamos? –dijo Louis.
-Sí que si no llegamos tarde –dije yo.

Como a la vuelta no entraríamos en un solo coche, Louis, Niall y yo fuimos en uno y los demás en otro. Conducía Louis, y Niall y yo íbamos atrás los dos juntos.

-Vas guapísimo Niall.
-Sí, ¿te gusta?
-No me gusta, me encanta.
-Aww –dijo Niall besándome la cabeza.

Apenas tardamos 15 minutos en llegar al aeropuerto. Eran las cuatro menos cuarto, y ponía que el avión estaba aterrizando. Tardamos 5 minutos en encontrar la puerta por la que iban a salir las chicas. Nada más llegar, unas fans reconocieron a los chicos y se pusieron a firmarles autógrafos y a sacarse fotos. Eran solo 10, así que se fueron rápido. Fue acabar y salir las chicas por la puerta.

-¡ITSASO, MARINA, ÁNGELA! –grité a pleno pulmón. Vinieron las tres hacia mí corriendo y nos fundimos en un abrazo.
-Te hemos echado tanto de menos –dijeron las tres.
-¡Pero si solo he estado unos días fuera!
-Ya, pero nos han parecido siglos –dijo Marina.
-Ejem –se oyó por detrás de nosotras.
-Se me olvidaba, os he traído una sorpresa –dije girándolas hacia los chicos -Chicos, estas son Marina, Itsaso y Ángela. Chicas, bueno, ya sabéis quienes son.
-Ya era hora, encantado de conoceros, Emma nos ha hablado mucho de vosotras –dijo Louis dándoles dos besos a cada una. Después se unieron los demás.
-Bueno, y tengo otra sorpresa –dije mirando a Niall. Él me cogió por la cintura y me besó y las chicas adivinaron el resto.
-No… no… ¡Sí! –dijo Ángela alucinada.
-Sí An, sí. Estamos saliendo.
-¡Cuánto me alegro por vosotros! –dijo Itsaso.
-Bueno chicas, ¿vamos a recoger vuestras maletas?
-Sí claro –dijo Marina.

Cogimos las maletas y nos fuimos hasta los coches. Sabía que a Marina le encantaba Louis por eso le dije que Harry y ella vinieran con nosotros en el coche, incluso hice que se sentara en el asiento del copiloto. Mientras Harry, Niall y yo íbamos hablando por lo bajo.

-Os voy a contar una cosa. Da la casualidad de que a Marina siempre le ha gustado Louis, a Itsaso Zayn, y a Ángela Liam. Así que por eso Marina viene con nosotros y las otras dos con Zayn y con Liam.
-Bien pensado Em –dijo Harry.
-¿Tú quieres buscarnos pareja a todos? Pero el pobre Harry no tiene –dijo Niall.
-De momento –dije yo mirando a Harry.
-Cierto, no me acordaba.

Llegamos a casa de los chicos y ellos insistieron en que nos quedáramos a cenar. Nosotras les dijimos que iríamos a dejar las cosas al hotel y que volveríamos.

-Lou, ¿me dejas el coche? Es para no ir cargadas con las maletas.
-Claro –dijo tirándome las llaves.
-Ahora volvemos, no nos echéis de menos.

Cogimos el coche de Louis y fuimos hasta el hotel. Aunque estaba cerca, era un rollo cargar y descargar las maletas tantas veces. En cuanto me vio salir del coche el botones del hotel, vino a ayudarnos.

-Muchas gracias –le dijimos todas cuando llegamos a la habitación.
-Wow, es enorme –dijeron las tres.
-Sí, les he dicho que pusieran dos camas más, porque dos de nosotras entramos en la de matrimonio y las otras dos en las individuales.
-Me parece perfecto, aunque las podemos juntar todas y dormir todas juntas. ¡Más divertido! –dijo Ángela.
-Sí, mejor –dijo Marina empezando a deshacer la maleta.
-Bueno, ¿no me vais a contar nada?
-Sí, tenemos que decirte que eres una mala persona, lo tenías todo planeado y te hemos calado.
-Ups –dije riéndome- Que bien me conocéis.

Me contaron que todas habían conectado con cada uno de los chicos,  y que habían sido muy amables con ellas. Hablando y hablando, sin darnos cuenta, terminamos de deshacer las maletas y nos dirigimos a casa de los chicos, le conté lo que había pasado con Niall, y lo de que ya conocía a Harry de antes. 

viernes, 25 de noviembre de 2011

Capítulo 17.

-¿Qué hacemos chicos? ¿Alguna idea? –dijo Lou.
-Podemos hacer plato único. Unas hamburguesas, patatas fritas, y ensalada de tomate y lechuga, ¿qué os parece? –dijo Zayn.
-Perfecto, manos a la obra –dije yo. Zayn se puso a hacer las hamburguesas con la carne picada que había en la nevera, yo la ensalada y Louis las patas fritas. De repente, noté como algo impactaba en mi cara. Me pasé la mano por la mejilla y era harina.
-¡Louis William Tomlinson, hoy mueres!-le dije echando a correr detrás de él.
-¿Hoy muere quién? –dijo Harry entrando en la cocina y viendo como Louis y yo nos perseguíamos alrededor de la mesa.
-Yo creo que ya sé quien muere –dijo Liam.
-¡Niall, plácale!
-A sus órdenes mi capitana –dijo Niall. Se dirigió a Louis y le agarró de la cintura para después tirarle al suelo.
-Thanks baby –le dije empezándole a hacer cosquillas a Louis.
-Vale, para ya, que me voy a mear –me dijo.
-No, no pararé hasta que me pidas perdón.
-Lo siento, lo siento –dijo Louis.
-Ay, que tonto eres Carrot –dije abrazándole.
-Lo sé, pero todos me amáis –dijo riéndose.
-Pero yo más –dijo Harry, y empezó a ponerle morritos a Louis.
-Ven aquí mi amor, que yo te beso –le dijo Louis. Se fueron los dos a darse mimos al salón. Y los demás nos quedamos acabando la cena. Cuando acabamos Liam y Zayn fueron a llamarles, y nosotros nos quedamos solos.
-Gracias por tirar al suelo a Louis amor.
-De nada cariño –me dijo abrazándome por detrás y poniendo su cabeza en mi hombro.
-¿Tengo harina todavía?
-Sí, un poco, ven que te la quito. Tienes un poco en el labio, pero ya te la quito yo –dijo y me besó.
-Uf, yo quiero que me limpies la harina que me tire Louis así siempre.
-A mi no me importa –dijo él- Bueno, vamos a cenar que ya oigo a estos pesados llamarnos.

Cenamos tranquilamente y luego los chicos se pusieron a ver una película, y yo subí a la habitación de Niall a cambiarme porque insistió en que me quedara a dormir. Me puse unos pantalones del gimnasio y una camiseta suyos. Vi la guitarra encima de la cama y no pude resistirme, y empecé a tocar y a cantar “One Thing”. Justo cuando acabé Niall entró en la habitación.

-¿Por qué no me has dicho que cantabas como los ángeles? –me preguntó.
-Porque me da vergüenza cantar delante de la gente.
-Pues que no te dé –me dijo abrazándome.
- Eres lo mejor que me ha pasado Niall, gracias por todo –le dije antes de besarle.

Me dormí en sus brazos, y a la mañana siguiente me desperté igual. Me levanté, y le dejé durmiendo. Salí de la habitación sin hacer mucho ruido y justo salía Harry de la suya.

-¿Qué horas son estas de levantarse Styles?
-Son las 10 y media, y tengo hambre.
-Bueno, pues vamos a desayunar, que a mí también me suenan las tripas.

Cada uno preparó su desayuno y luego nos sentamos uno al lado del otro en el sofá.

-¿Qué tal con Niall? Se os ve muy enamorados.
-La verdad es que sí, siempre soñé con conocerle, bueno a él y a todos. Y ahora estoy aquí, en vuestra casa, soy su novio, y vosotros mis hermanos. Todavía no me lo creo.
-Pues créetelo pequeña, porque es verdad. Te voy a decir una cosa. Nunca antes en lo que llevo siendo amigo de Niall le había visto tan enamorado de una persona. Y ha tenido algún rollito así, pero nada comparado contigo, así que cuídamelo bien porque se lo merece.
-OOH Harry, no te preocupes, le cuidaré.
-Ven aquí pequeña –me dijo, y nos fundimos en un abrazo. Los abrazos de Harry eran de verdad, eran sinceros y los sentía desde lo más hondo de su corazón.
-¿Sabes? A menudo me acordaba de ti, de lo bien que lo pasamos aquel verano juntos, y de si algún día volvería a verte. Fuiste mi mejor amigo Harry, y desde entonces, no he tenido otro como tú. Y ahora, estamos juntos otra vez, después de tantos años, y me alegro muchísimo.
-Yo también Em, yo también.

Nos pasamos la mañana hablando, contándonos nuestras cosillas, y los chicos fueron bajando a desayunar poco a poco. Después, como hacía buen día, fui a por mí bikini y a cambiarme de ropa al hotel y nos pasamos el resto de la mañana en la piscina. A nadie le apetecía cocinar, así que llamamos a un restaurante chino para que nos trajeran comida, y nos la comimos en el jardín. Iban a dar las tres cuando cada uno subió a su habitación para prepararse para ir a recoger a mis amigas. Estaba muy emocionada, quería verlas ya.

-¿Estáis listos? Parece mentira que seáis hombre –les dije yo que ya llevaba preparada un rato. Me había puesto unos pantalones marrones con una chaqueta de punto beige.
-Ya vamos impaciente –dijeron todos.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Capítulo 16.

Narra Niall.

Me desperté y vi que Emma seguía dormida, así que me quedé mirándola. Estaba tan guapa mientras dormía. Anoche todo fue maravilloso, increíble. No tenía palabras para describirlo.

Miré el reloj y eran las diez y media. El ensayo ya había empezado, pero ya iría más tarde. Le mandé un mensaje a Harry diciéndoselo. Me contestó que no pasaba nada, que no había prisa. Como Emma seguía dormida fui a darme una ducha.

Cogí una de las toallas que había en el armario y fui al baño. Regulé el agua para que estuviera templada y me metí. El agua corría por mi piel, disputando una carrera con ella misma. La ducha era uno de los que más me relajaba del día, me daba tiempo para pensar.

Salí, y tranquilamente me vestí. Menos mal que siempre meto una camiseta limpia en la bolsa del gimnasio por si acaso. Así que me puse los mismos pantalones del día anterior y la camiseta y lo demás, limpio.

Tenía hambre, así que bajé al comedor y subí el desayuno para los dos. Unas tostadas, mantequilla, mermelada, zumo, leche, cacao, café y más cosas. Justo cuando ya había puesto la mesa, Emma empezó a moverse.

-Buenos días princesa –le susurré al oído.
-Buenos días –dijo todavía dormida- ¿Sabes lo bonito que es levantarse viendo esos ojos que tienes?
-No, no lo sé porque yo no me los veo cuando me levanto si no es en un espejo –dije riéndome.
-Qué graciosillo. ¿Qué hora es?
-Las once. ¿Tienes hambre? Porque he traído el desayuno.
-Sí, mucha además.

Nos pusimos a desayunar. Cuando terminamos, Emma se fue a la ducha y yo le pedí el ordenador. Lo encendí y lo primero que vi fue una foto nuestra de salvapantallas. Me metí en el Twitter y publiqué un tweet con una foto nuestra: “La mejor moche de toda mi vida. Te quiero, 02.” Quería que todo el mundo supiera que estaba con Emma, que la quería con todo mi corazón, y esparva que las Directioners lo aceptaran. En seguida me llegaron varios tweets. Todos eran de apoyo, me decían que si yo era feliz ellas también y cosas así. No esperaba menos de ellas, son un gran apoyo para mí todas las fans. Entonces, salió Emma ya vestida.

-¿Qué te hace sonreír tanto? –me preguntó.
-A parte de ti cada vez que me levanto, el apoyo que me han dado las Directioners al publicar un tweet con una foto nuestra.
-Que has hecho ¿qué? Estás loco.
-Sí, loco por ti –le dije; y después, le di un beso – ¿Me acompañas a ensayar?
-Claro, espera que cojo el bolso y vamos –me dijo. Yo apagué el ordenador.

Cogimos un taxi que nos llevo hasta dónde ensayábamos. Cuando llegamos de la mano, todos se nos quedaron mirando con cara de: “¿Qué hicisteis anoche?”

-Mal pensados –les dije.
-¿Nosotros? Que va–respondieron los cuatro a la vez riéndose. Vinieron a saludar a Emma y Harry se quedó hablando con ella. Yo me fui con los chicos para preguntarles qué canciones habían estado ensayando y para contarles qué pasó anoche, a Harry ya se lo contaría después.


Narra Emma.

-¡Hazza! ¿Qué tal anoche? Cuéntame –le dije haciéndole un gesto para que se sentara a mi lado.
-Pues… genial –dijo tímido, y luego me lo contó todo. Y yo le conté mi cita con Niall.
-Si es que de verdad, eres un romántico Harold.
-La verdad es que sí Em. Por cierto, ¿mañana no venían tus amigas?
-¡Es verdad! ¡CHICOOOOOOOS! –les grité, y enseguida vinieron todos.
-¿Qué pasa? –preguntó Louis.
-Mañana vienen mis amigas, así que hay que ir a buscarlas.
-Cierto. Pues tú te vienes a comer a casa y luego vamos –dijo Liam.
-¡Perfecto! –dije yo.

Los chicos se pusieron a ensayar. De repente comenzó a sonar What Makes You Beautiful, la canción que me había cantado Niall en el London Eye. Vi como Niall le susurraba algo a Harry, y este asentía. Llegó la parte del solo de Harry, y para mi sorpresa, se acercó Niall y se puso a distancia de beso, y empezó a cantarme el fragmento. Después sí, me besó tiernamente. Cada vez que lo hacía me sentía como en las nubes. Se separó de mí, sonrió y siguió ensayando con los chicos.

Nada más terminar, nos fuimos todos a casa de los chicos y Zayn, Louis y yo nos ofrecimos a hacer la comida.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Capítulo 15.

Narra Emma.

Eran las cinco y media, Louis y Harry se acababan de ir. Harry tenía que prepararse para su gran cita. Espero que le vaya bien. Si no llega a ser por ellos, no habría podido preparar yo sola todo esto, son los cuatro unos amores. Me conocen desde hace unos días, y ya parece que son años, y espero que dure mucho nuestra amistad.

Había colocado velas por toda la habitación, y pétalos de rosa por todo el suelo. Niall me dijo que le gustaba quedarse en casa comiendo unas palomitas y viendo una película. Así que había alquilado unas películas, “Love Actually” a petición de Harry, “Ojalá fuera cierto” a petición de Louis y “Serendipity” a petición mía. Era todo perfecto, habíamos colocado el sofá delante de una pared blanca, y los chicos habían traído un reproductor, sería como en los autocines.

Las seis menos cuarto. Me vibra el móvil. Es Zayn, dice que en cinco minutos llegan. Así que cojo la venda, la llave de la habitación y bajo a esconderme donde habíamos acordado.

Ya les veo, allí llegan. Los tres van con el pelo húmedo y alborotado; es normal, acaban de salir del gimnasio. Pasan por delante de mi escondite y Niall no se da cuenta de que estaba allí, ya que iba hablando con Liam. Zayn me hace una señal para que le tape ya los ojos.

Cojo a Niall por detrás y le pongo la venda en los ojos. Le doy un beso en la mejilla y le susurro: ”¿Confías en mí?” Él asiente con la cabeza. A duras penas les doy un abrazo a Liam y a Zayn y se marchan. Tomo la mano de Niall y le dirijo hacia el hotel.

-Cuidado, escalón –le digo para que no se tropiece.
-¿A dónde me llevas?
-Espera impaciente, ya lo verás.

Salimos del ascensor y vamos hacia la habitación. Abro la puerta y le quito la venda a Niall. No da crédito a lo que ven sus ojos.

-Es… es… perfecto –consigue articular. Acto seguido, se da la vuelta, me agarra de la cintura levantándome del suelo y comienza a dar vueltas. Se para y me besa. Un beso largo, tierno, esperado durante todo un día. 
Entramos en la habitación besándonos. Se separa de mí y me dice:

-No podía ser una cita más perfecta. Lo que más me gusta, con la chica perfecta, en el lugar perfecto.
-A tus indicaciones me remito, solo hay que saber interpretarlas bien –dije burlona.
-Qué graciosa cariño. ¿Qué películas tenemos para ver?
-Pues una la he elegido yo, otra Harry y otra Louis.
-La de Harry me imagino cual es, así que vemos la tuya primero.

Niall se sentó en el sofá con el cuenco de palomitas en sus piernas mientras yo ponía la película. Hizo un gesto para que me sentara a su lado. Apartó un poco el bol de palomitas para luego colocarlo entre los dos. Pasó un brazo por mis hombros y me atrajo hacia él. Pasamos así toda la película. La película acabó y encendí las luces.

-¿Te ha gustado? –le pregunté.
-Sí, mucho. Pero no más de lo que me gustas tú –dijo consiguiendo que me sonrojara.
-Eres tonto –le dije dándole un beso.
-Sí, soy tu tonto- dijo besándome la frente y abrazándome.
-Tengo una cosa para ti –dije separándome bruscamente y cogiendo un paquete de la mesilla de noche – La compré antes de venir, por si me encontraba contigo y tenía la oportunidad de dártela. Al principio, me parecía un poco cursi, pero ahora que eres mi novio, no.

Abrió el paquete y sacó la pulsera. En ella estaba grabada una frase: “You light up my world like nobody else. Love, Emma” Aunque no lo creáis, conseguí que me grabaran toda la frase.

-Me encanta, es lo más bonito que me ha regalado nadie nunca. Y aunque sé que va a sonar raro, yo también tengo algo para ti –me dijo y me tendió una caja. Era una pulsera con varios colgantes. Una clave de sol, un corazón y un dos. Nuestro número, la fecha en la que habíamos empezado a salir. En el corazón ponía: “Only you” y por detrás “Niall”.
-OOOOOOH, es precioso. Te quiero, te quiero, te quiero –le dije.
-Yo más, siempre –dijo y me abrazó, estuvimos así un rato y luego pusimos la siguiente película, la de Louis.

Era muy bonita la película, y me demostró cuantas cosas se pueden llegar a hacer por amor. Acabó la película y ya eran más de las diez.

-Bueno, creo que debería irme, es tarde –dijo Niall. Yo le miré con cara de sorprendida.
-¿A dónde crees que vas? Tú hoy te quedas a dormir conmigo.
-Pero mañana tenemos ensayo.
-Lo sé, tú vas más tarde. Los chicos se lo han dicho a Simon, y Simon ha dicho que se alegra de que seas feliz, y que te deja ir más tarde al ensayo.
-¿En serio?
-Y tan en serio. Así que venga, a dormir que te veo cara de cansado –dijo burlándome de él.

Cogí mi pijama y me fui al baño a cambiarme, cuando volví Niall estaba con los pantalones del gimnasio y tumbado encima de la cama.

-¿Nadie te ha dicho que así estás muy sexy? –le dije tumbándome a su lado.
-¿Pero tú te has visto? No te quedas corta amor –me dijo besándome.

Apoyé la cabeza en su pecho y él me abrazó. Me dio otro beso de buenas noches y nos dormimos así. Los dos estábamos realmente cansados, había sido un día muy ajetreado pero perfecto. Aunque a su lado todo es perfecto.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Capítulo 14.

Narra Harry.

-Hem, sí. Hola. Quería un batido como el del otro día, no sé si te acordarás –conseguí articular sonriendo.
-Claro que me acuerdo, no mucha gente pide esa combinación –dijo Helen sonriendo tímidamente.

Venga Harry, lánzate, inténtalo, tranquilízate. Respira hondo y venga, a por todas.

-Oye… Helen… Sé que suena un poco raro, pero ¿te gustaría ir a dar una vuelta conmigo cuando acabes el turno?
-¡Claro, por qué no! –dijo Helen –Aquí tienes tu batido.
-Gracias. ¿A qué hora sales?
-A las ocho.
-Muy bien, te espero aquí a las ocho –dije yéndome hacia donde los chicos.
-¿Qué ha pasado? –dijo Emma.
-Pues… que he quedado con ella aquí a las ocho.
-Me alegro por ti bro, entonces ¿nos acompañas a por las cosas? –dijo Lou.
-Sí claro, vamos. Luego nos vemos Helen –dije guiñándole un ojo.
-Hasta luego chicos, volved pronto –nos dijo a todos.

Fuimos a un supermercado que tenía de todo y Emma compró todo lo que le hacía falta. Después fuimos al hotel y lo preparamos todo, cuando acabamos faltaba media hora para que llegara Niall. Así que Louis y yo nos fuimos a casa para decidir qué me pondría para mi cita.

-Lou, no quiero ir muy de calle, pero tampoco muy formal. ¡Ayúdame!
-Pues yo creo que deberías ponerte la americana que te compraste el otro día, es perfecta para esta ocasión.
-Tienes razón, siempre la tienes Carrot.
-Lo sé –dijo él todo orgulloso de sí mismo.

Me fui a dar una ducha rápida, así pasaba el tiempo hasta que llegaran las ocho. Cuando salí ya estaban Zayn y Liam en casa.

-¿Qué tal les ha ido a los tortolitos? –pregunté mientras me secaba el pelo con una toalla.
-De maravilla, Niall no sabía a dónde iba, pero si sabía que era Emma quién la llevaba –dijo Liam.
-Espero que les vaya bien esta noche –dijo Zayn dejando caer cualquier pensamiento de todo tipo.
-¡Eres un guarro Zayn Malik! –dijo Louis.
-Guarro tú que lo has pensado –dijo Zayn riéndose.
-Bueno, dejar de discutir y ayudarme a arreglar un poco el jardín que está hecho un asco –dijo Liam.
-Chicos, yo me voy a preparar para mi cita.
-¿Cita? –dijeron Zayn y Liam a la vez. Es verdad, no les había contado nada, se me había pasado.
-Que os lo cuente Louis –dije subiendo las escaleras.

Me preparé y decidí ir dando un paseo hasta allí. Estaba nervioso, y todavía faltaba media hora para que Helen saliera. Así que me senté en un parque y esperé. Cuando ya eran las ocho menos cinco, entré por la puerta del Milkshake City y Helen ya salía cambiada.

-¡Qué guapa vas! –le dije.
-Gracias –me dijo ruborizada.

Por el camino fuimos conociéndonos. Me dijo que le gustaba como cantábamos, que le gusta el deporte, y las cosas de chicos como jugar a la play o a la Wii. Noté que iba todo el rato riéndose, y eso me encanta, que una persona sea feliz y que se ría.

-Harry… ¿te puedo hacer una pregunta?
-Claro, dime.
-¿Por qué yo?
-No te entiendo –le dije, aunque sabía perfectamente a que se refería.
-Vamos Harry, que sabes a que me refiero. ¿Por qué me has pedido salir a dar una vuelta a mí? Si no soy más que una simple chica…-dijo agachando la cabeza.
Le agarré la barbilla e hice que me mirara a los ojos.
-Porque no te pones nerviosa cuando me ves, porque no chillas como una fan loca, porque me encanta tu sonrisa, tus pecas por encima de la nariz, todo. Y porque quiero conocerte, me has transmitido seguridad desde que me serviste el batido el otro día. Y… porque no puedo dejar de pensar en ti desde que te vi.
-OOH, Harry –me dijo, y me abrazó, fuerte, como nadie lo había hecho nunca- La verdad es que siempre soy muy tímida con las personas, pero no sé por qué, contigo no. Pienso que puedo ser yo misma, y eso me gusta.

Seguimos hablando todo el rato, fuimos a cenar a un restaurante muy coqueto que ella conocía, y yo insistí en pagar. Al principio no quería, pero al final aceptó a regañadientes. Luego dimos un paseo y la acompañé hasta su casa.

-Bueno, aquí es. Gracias por la cena y por la velada tan agradable –me dijo.
-Gracias a ti –le dije dándole un beso en la mejilla.
-Buenas noches Harry.
-Buenas noches Helen.

Y me fui, me fui más contento de lo que lo había estado nunca. De verdad esa chica me gustaba, y quería seguir quedando con ella. Cuando llegué a casa los tres se habían quedado dormidos viendo una película, les apagué la tele y me fui a la cama. Mañana sería otro día.

martes, 8 de noviembre de 2011

Capítulo 13.

Justo cuando terminamos de abrazarnos, Niall empezó a gritar.

-¿CHICOS, EMMA?
-Ir sin hacer ruido, le vamos a dar un susto –dijo Liam.

Empezamos a bajar las escaleras, pero cuando estábamos todos abajo menos Zayn, una escalera crujió y Niall nos descubrió.

-¿Se puede saber qué intentabais hacer? ¿Matarme? –dijo Niall.
-¡No! Solo darte un susto –dijo Louis.
-Como estabas en el jardín, nos hemos escondido para asustarte –dijo Harry.
-Muy graciosos sois vosotros ¿no? –dijo Niall.
-¡Sí! –respondí yo y eché a correr hacia el jardín. Niall salió detrás de mí, y los chicos se quedaron mirando la escena desde el ventanal.
-Te he acorralado cariño,, no hay escapatoria –me dijo.
-Sí que la hay –y me tiré a la piscina. Detrás de mí se tiró él, me cogió por detrás y me besó.
-Te dije que no podías escapar de mí.
-Lo sé, ni quiero. Sólo quería que te tiraras conmigo a la piscina –dije riéndome.

Estuvimos un rato en la piscina haciendo el tonto, después, Harry nos trajo unas toallas y Niall subió a cambiarse.

-¡Eh Niall! ¿Y yo qué? ¿No pretenderás que vaya así de mojada por la calle? –dije haciéndome la enfadada.
-No, cariño, sube y te dejo una sudadera mía.

Subí a la habitación y Niall estaba sin camiseta. Madre mía, casi me desmayo. Ni se había dado cuenta de que había entrado hasta que se dio la vuelta.

-¿Qué haces? –Dijo tapándose- No te he oído entrar.
-¿Eres tonto? ¿Para qué te tapas? –le dije con cariño.
-Porque me da vergüenza –dijo por lo bajo.
-¿Vergüenza el qué? ¡Anda ya!
-Mis abdominales me dan vergüenza, y mi diente torcido…
-Pues a mí me encantas igualmente, con esos abdominales tan impresionantes que te he visto, y con ese diente torcido que te hace tan sexy.
-Lo dices en broma.
-Niall, mírame a los ojos y dime si miento. ERES PERFECTO, tal y como eres. Todos tenemos defectos, pero una persona que te quiere, lo hace con ellos y sin ellos. Así que no se te vuelva a ocurrir decir que te dan vergüenza tus abdominales y tus dientes. ¿Entendido?
-¿Por qué eres así conmigo? De verdad, pienso que estoy soñando porque no eres como las demás conmigo. Tú eres especial, diferente. Gracias –dijo y me besó.

Me puse una sudadera gris que me había dejado y unos pantalones de Louis, que casi me quedaban mejor que a él. Bajé al salón y allí estaban los cuatro sentados.

-Lou, Niall me ha dejado unos pantalones tuyos.
-¡Pues casi te quedan mejor que a mí! –dijo riéndose –Pero todavía te falta el culo de los Tomlinson.
-Sí, ese culo que es solo mío, así que quietos –dijo Harry poniéndose delante de Louis. Nos reímos todos al ver la escena.
-Bueno, chicos, se está haciendo tarde, me voy al hotel. ¡Hasta mañana! –dije guiñándoles el ojo a los cuatro. 

Luego me di la vuelta y me encontré con la mirada de Niall, no me resistí y le besé. Me acompañó hasta la verja del jardín delantero.

-Hasta mañana mi amor, te quiero –me dijo Niall, para después besarme otra vez.
-Hasta mañana, que duermas bien, y que sueñes conmigo. Te quiero –le dije.

Me fui al hotel, me duché y me dormí enseguida.


A la mañana siguiente, me levanté temprano ya que hoy iba a ser un día de mucho ajetreo. Decidí visitar el puente de Londres, y ya de paso, ir mirando cosas para la noche que me esperaba con Niall. Comí en un McDonald una hamburguesa, y me fui al hotel. Pasé todas las fotos que había hecho durante esos días y me puse a editarlas. Había decidido regalarle un álbum a cada uno cuando me fuera a España, para que se acordaran de mí. Entre una cosa y otra, me dieron las cuatro, y Louis y Harry ya estaban abajo esperándome. Cogí lo necesario y bajé.

-¡Hola! –les dije abrazándoles a los dos. Ya parecía que nos conocíamos de toda la vida. La verdad es que me habían tratado muy bien desde el principio.
-¿Qué tal el día? –me preguntó Lou.
-Muy bien, he ido a visitar el puente de Londres, y a mirar algunas tiendas donde comprar cosas para esta noche. ¿Y vosotros?
-Estoy tan nervioso que me cuesta pensar con claridad –dijo Harry.
-Tranquilízate Harry, ya verás como todo sale bien y le gustas.

Enseguida llegamos al Milkshake City, y desde fuera, adiviné al instante quién de ellas era Helen. Entramos y pedimos cada uno un batido. Lou y yo nos sentamos y Harry se quedó hablando con Helen.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Capítulo 12.

-Hazza, ¿a qué hora me pasas mañana a buscar para ir a ver a Helen?
-Pues, como tiene turno de tarde, a eso de las cuatro.
-¿Quién es Helen? –dijo Louis mientras entraba dando saltitos.
-Nadie –dijo Harry intentando ocultárselo a Louis.
-OMG, conozco esa cara. Harry Edward Styles, a ti te está empezando a gustar una chica, ¿no es cierto? –dijo Louis convencido de que era verdad.
-Sí Lou, sí –dijo él.
-¿Y por qué no me lo querías contar?
-Porque es demasiado pronto, solo me sirvió un batido el otro día.
-Vale –dijo Lou esbozando una sonrisa- pero, ¿vais a ir mañana a verla? Porque yo acompaño a Emma como buen amigo, y luego os dejamos solos.
-Sí, sí que vamos –dije yo- Me parece buena idea, que Lou venga conmigo y luego nos vamos y tú te quedas.
-Vale –dijo Harry abrazándonos a los dos –Sois los mejores.
-Venga, ahora abajo a jugar un rato y a merendar –dijo Lou todo contento.

Bajamos, merendamos y los chicos se pusieron a jugar a la Wii, yo salí al jardín con Niall.

-Hey babe, ¿Qué te pasa? –me dijo él abrazándome.
-Nada, solo que esto está pasando demasiado deprisa. Yo te conocí hace más de un año, pero tú a mi hace un par de días. No sé…
-¿No estás segura de lo que sientes por mí? –dijo Niall triste.
-No, de eso estoy más que segura. Sé que te quiero, lo sé desde el primer momento, pero apenas nos conocemos. Quiero conocerte más –le dije sonriendo.
-A ver, pues que quieres que te diga, mi color favorito es el azul, me encanta que me den abrazos, no me gusta que las fans lloren cuando me ven, prefiero que me cuenten un chiste. Cuando estoy triste, toco la guitarra, y cuando estoy feliz, bueno, la toco a todas horas. Me gusta reír y ver sonreír a los demás. De los 5 soy el más tímido, y me cuesta coger confianza con los demás, pero luego, soy él más gracioso de todos, hago bromas a todas horas. Prefiero quedarme en casa viendo una película tranquilamente a salir de fiesta. Y creo que nada más, te toca –dijo sonriéndome.
-Escribir es lo que más me gusta en el mundo, aparte de ti –dije sonrojándome- La música es una importante parte de mí, sin ella yo no sería la misma. Mi grupo favorito español es El Canto del Loco, y el inglés, es obvio ¿no? Aunque también me gusta mucho Take That. Mi color favorito es el verde, y me encanta llevar sudaderas, pero últimamente también los jerseys de punto. Mi sueño siempre ha sido venir a Londres, y conoceros, y ahora los dos cumplidos. Me cuesta abrirme a la gente, pero cuando lo hago, si de verdad me importan, me interpondría entre una bala y esa persona. Me gusta ver feliz a la gente, aunque soy la persona, que probablemente se raye más en el mundo.
-Andaba buscando a mi media naranja, y creo que la he encontrado. Eres increíble –me dijo abrazándome.

Nos quedamos así un buen rato, él apoyado contra el árbol, y yo entre sus piernas. Me contaba cosas de Mullingar, de que un día antes de que me fuera iríamos. Me dijo que un día iríamos a la playa donde grabaron What Makes You Beautiful. Y yo, a cada palabra que decía estaba convencida de que iba a vivir el presente con él, que quería pasar el resto de mi vida junto a él, que siempre supe que iba a ser él, y ningún otro.

-Siempre supe que eras tú, que tú eras mi media naranja –le dije mirándole a los ojos.
-Yo ahora también lo sé, y doy gracias a la vida porque te chocaras conmigo el otro día.
-¿Te he dicho alguna vez que me podía pasar horas mirándote a los ojos?
-¿Te he dicho yo que me muero cada vez que sonríes y me miras a los ojos?
-No, creo que no –le dije yo.
-Pues ya te lo he dicho. Te quiero Emma Robles –dijo, y me besó, lentamente, un beso dulce, tierno…
-Yo también te quiero Niall Horan –le dije fundiéndonos en un abrazo.

En ese momento solo existíamos él y yo, y nadie más. Era nuestro momento, el momento de ser felices juntos.

-Mañana he quedado con Harry y con Louis a las cuatro. Después, ¿te veré?
-Claro, se me había olvidado decirte que Liam, Zayn y yo íbamos a ir al gimnasio. Como a Lou y a Hazza les da pereza, vamos nosotros.
-Vale, pues para las seis nos venimos para aquí. Ahora tengo que ir a hablar con Louis una cosa, vuelvo enseguida –le dije, y le di un beso rápido, robado.
-EEEEEEEEEEH –fue lo único que me dijo, y se quedo allí, en el árbol pensando.

Fui a donde Lou y le dije que si podíamos hablar. Subimos a su habitación y le conté lo que tenía pensado. Necesitaba que todos estuvieran compinchados, así que Lou les llamó a todos, y con Niall estaba en el jardín no se entero de lo que pasaba.

-A ver chicos, necesito que me hagáis un favor enorme.
-A su disposición estamos señorita Robles –dijo Liam.
-Mañana, necesito que Liam y Zayn entretengáis bastante rato a Niall en el gimnasio, y que Louis y Harry me ayudéis a preparar la habitación del hotel para darle una sorpresa a Niall. Así que cuando estéis llegando al hotel, me decís, y yo bajo, le tapo los ojos y me lo llevo. ¿Qué os parece?
-Perfecto. A Niall le va a encantar, le encantan las sorpresas –dijo Zayn.
-Muchas gracias chicos, en serio – les dije.
-¡ABRAZO COLECTIVO! –dijo Harry. Y nos abrazamos todos.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Capítulo 11.

-¿Qué hacéis chicos? Ya está la comida.
-Nada, imprimiendo unas fotos –dijo Niall enseñándoselas.
-Oins, sois unas ricuras. Yo también quiero fotos.
-Bueno, pues luego después de comer hacemos una sesión –dije yo.

Bajamos a comer y ya estaban todos sentados, sólo faltábamos nosotros. De primero había macarrones con tomate y queso, y de segundo carne empanada. Estábamos comiendo ya el postre y me sonó el teléfono.

-¿Sí?
-Soy yo.
-¿Quién es yo? –dije riéndome, sabía perfectamente que era Itsaso.
-Tu tía la del pueblo. Quién voy a ser, Itsaso.
-Sabía que era tú desde el principio, que conste.
-Sí… claro, claro.
-Bueno, ¿y qué haces tú llamándome a estas horas, y más con la pasta que te está costando?
-Sí por cierto, me sales muy cara cariño. Pues verás… Marina, Ángela y yo…
-Vosotras, ¿qué?
-¡Nos vamos a Londres el viernes!
-¿Qué dices? –dije chillando como una histérica.
-Sí –me dijo ella.
-Pues ni se os ocurra alquilar nada, os quedáis en mi habitación del hotel, que hay sitio de sobra para las cuatro.
-Bueno, ya veremos. ¿Nos vienes a buscar al aeropuerto?
-Por supuesto, además iré con sorpresa, tendréis que esperar al viernes para saberla –sabía que a ellas les gustaba One Direction, y que cada una estaba coladita por uno de ellos. Itsaso por Zayn, Marina por Louis, y Ángela por Liam.
-No, dime ahora. Me enfado –me dijo, seguro que había puesto su cara de enfadada.
-No, no. Tendréis que esperar.
-Vaaaaaale –dijo al final- Bueno amor, me voy que me están esperando las chicas. Te esperamos en el aeropuerto a eso de las cuatro, ¡un beso!
-Un beso, ¡os quiero! –colgué el teléfono y vi que estaban todos mirándome.
-¿A quién le has dicho tú que las quieres? –preguntó Niall.
-A mis mejores amigas, que van a venir el viernes.
-¿Amigas? ¿Y son guapas? –dijo Louis.
-Las que más de todo España –dije yo.
-Entonces te tendremos que acompañar a buscarlas –dijo Liam.
-¡Exacto!
-No hay problema, el viernes, de excursión al aeropuerto –dijo Louis mostrando una gran sonrisa.
-Y, ¿nos puedes decir algo de ellas? –dijo Harry.
-¡No! Vosotros también tendréis que esperar al viernes –dije yo para chincharles –Venga Hazza acompáñame a por la cámara que empezamos la sesión de fotos.

Llegamos arriba, cogimos la cámara y la zanahoria gigante de Louis para sacarnos fotos con ella, pero Harry se sentó en la cama de Louis.

-Hey, ¿Vas happening? –le dije a Harry.
-Nada –me dijo hundiendo la cabeza en sus manos.
-Harry venga, dímelo, sabes que en mi puedes confiar.
-Lo sé –dijo sonriendo- Lo que pasa es que el otro día, en Milkshake City, había una dependienta nueva y… -hizo una pausa- no dejo de pensar en ella desde que la vi. Se llama Helen, es de pelo castaño y largo, ojos azules, piel blanca, con unas pecas muy graciosas en las mejillas… Me hizo reír mientras me pedía mi batido…
-Oins, Harold, ¿sabes lo que te digo? Que mañana mismo volvemos a Milkshake City y le dices algo ¿vale? Pero no estés mal
-Vaaaale. Muchas gracias Em, eres la mejor –me dijo mientras me abrazaba.
-De nada Harold. Y ahora venga, con la mejor de tus sonrisas abajo, que me quiero sacar fotos contigo. Por cierto… tonto el último –dije, y salí corriendo escaleras abajo.

Harry me pilló mientras corría hacia los chicos, y casi me tira al suelo. Si no llega a ser por Zayn…

-¡Quietos! –dijo Zayn. Harry y yo hicimos un freeze y nos quedamos parados –Em, la cámara. Louis, toma tu zanahoria. Ahora ya podéis seguir corriendo.
-Ya se me han quitado las ganas –dijo Harry.

Nos pasamos toda la tarde haciéndonos fotos, yo me saqué más de uno con cada uno y luego fotos de grupo. Como no, Louis se sacó una foto besando a su zanahoria y dijo que la iba a poner en el Twitter. Lo pasamos muy bien. Luego, Harry y yo subimos a imprimir las que más nos gustaban y les dijimos a los chicos que fueran subiendo. Ellos de mientras se pusieron a jugar a la Wii, como cada vez que tenían un rato libre. Al final, acabé con una foto de cada uno metida en el bolso, y un gran sobre con todas imprimidas.

Mientras, abajo, los chicos preparaban la merienda sin que Harry y yo nos enteráramos.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Capítulo 10.

Me desperté a la mañana siguiente con el sonido del móvil, era un mensaje de Zayn que decía que en una hora pasaban a buscarme. ¿Cómo tenía Zayn mi teléfono? Se lo habría dado Niall. Me levanté de la cama y me di una ducha rápida. Luego fui al armario y miré qué ponerme. Al final me decidí por unos pantalones vaqueros, una camiseta roja de Billabong, y unas Converse rojas. El pelo me lo dejé suelto, como casi siempre, pero me hice unos tirabuzones.

Quedaba todavía media hora, así que cogí mis cosas, y bajé a desayunar. Esta vez, me puse un sándwich, y unos huevos revueltos, con un vaso de zumo de melocotón recién hecho. Me lo comí todo enseguida porque tenía mucha hambre. Y salí fuera a esperar a los chicos. Enseguida llegaron con el coche.

-Buenos días –me dijo Harry abriéndome la puerta trasera del coche.
-Buenos días a los dos. ¿Qué tal habéis dormido?
-Como un lirón –dijo Zayn que iba al volante.
-Yo como una marmota, como todas las noches –bromeó Harry.
-Bueno, ¿a qué centro comercial vamos? –pregunté yo.
-A uno al que solemos ir nosotros, que hay muchas tiendas y es muy grande. Está a las afueras –dijo Zayn.
-Bueno, vosotros me lleváis, yo no conozco esto.

Durante el viaje Harry fue hurgando en mi bolso todo el rato. Me cogió la cartera y se puso a mirar las fotos que tenía. Encontró una foto con un amigo inglés que hice un año.

-No, no puede ser –dijo Harry poniéndose pálido- ¿Cómo es que tienes esta foto?
-Pues nos la hicimos un amigo inglés y yo un año que vino a visitar España, ¿por?
-Porque ese amigo inglés soy yo.
-¿Qué dices Harry, en serio?
-Y tan en serio, mira –y sacó la misma foto de su cartera.

No me lo podía creer, Harry era aquel chico inglés al que conocí un verano en un camping. Nos llevábamos de maravilla, pasamos el verano juntos y nos hicimos muy amigos, pero después, él se tuvo que volver a Inglaterra. Lo único que nos quedó para el recuerdo fue aquella foto y nuestros nombres detrás de ella.

-Harry, ¿te das cuenta de lo que significa eso?
-Sí, por fin he encontrado a la que fue mi mejor amiga durante aquel verano, cuanto me alegro de que seas tú –me dijo abrazándome.
-Bueno chicos, hemos llegado –dijo Zayn bajando del coche.

Estuvimos comprando durante tres horas, estos chicos son imparables. Yo me compré una chaqueta beige, ya para invierno y por si hacía frío; unos pantalones beige y otros vaqueros; una sudadera verde y otra roja; unas camisetas; un vestido negro por si había que arreglarse algún día; y unas zapatillas Nike muy bonitas. Y a Niall le compré una chaqueta tipo béisbol en azul y gris. En la tienda en la que compré todo estaba más barato que en España, así que aproveché.

Harry se compró un par de pajaritas; unas americanas preciosas de color marrón, y gris; unos pantalones azules marino y otros beige; y un jersey rojo que le encantó; y unas zapatillas negras, porque las suyas se le habían roto.

Zayn fue el que más compró, parecía que era la primera vez que compraba en toda su vida. Se compró tres sudaderas, azul, roja y negra; unos pantalones grises y otros verdes; ni más ni menos que seis camisetas; una camisa de cuadros; y unas botas de militar.

Entre los tres, le compramos un peluche gigante de una zanahoria a Louis, y un pijama a Liam, que el suyo había encogido en la lavadora. Cuando acabamos fuimos al coche y nos encaminamos hacia la casa de los chicos.

-Madre mía Zayn, ¿han robado en tu armario? Porque vamos, no podías haber comprado más –dije yo riéndome.
-No, lo que pasa es que como mi ropa es la más bonita, ciertas personas, llamadas Niall, Liam, Louis y Harry, me la quitan y luego se la quedan. Así que me quedo yo sin nada.
-Es mentira pero bueno –me susurró Harry al oído.
-¡No será para tanto! –dije yo.

Llegamos a la vez que los demás. Nos vieron bajar del coche con tanta bolsa y se quedaron asombrados.

-¡Cuidado, cuidado, que Zayn ha atracado Abercrombie! –dijo Louis.
-No te rías tanto Carrot que te quedas sin regalo –dijo Zayn.
-¿Regalo? ¿Dónde? –exclamó Louis.
-Entra, estate formal y te lo damos –dijo Harry.

Niall salió del coche el último, y me ayudó con las bolsas.

-¿Qué has comprado cariño? –me dijo después de besarme.
-No tanto como Zayn. Y te he comprado un regalo.
-No hacía falta, ya lo sabes.
-Pero quería y punto. Te va a encantar.

Entramos con los demás en casa y les dimos sus regalos. A Louis el primero, porque sino no se iba a callar. Lo abrió y se quedó alucinado.

-NOOOOOOOOOO, ¡una zanahoria gigante! Gracias mis niños –dijo besuqueándonos a los tres.
-Ahora el de Liam –dijo Harry.
-¡Qué bonito! –dijo él.
-Hemos pensado que como el señorito Horan te encogió el tuyo en la lavadora, te vendría bien –dijo Zayn.
-Ya te pedí perdón, me confundí al echar el jabón –dijo Niall.
-¡Ya lo sé bro! –dijo Liam revolviéndole el pelo a Niall.
-Bueno, y ahora tu regalo cariño –dije dándole el paquete.
-Me encanta princesa, ¿cómo sabías que quería una? –hizo una pausa- Harry Styles, has sido tú.
-Por supuesto, ¿quién si no?

Les enseñamos lo que habíamos comprado, y después, Liam y Louis se pusieron a hacer la comida. Yo me subí con Niall a su cuarto, porque todavía no me lo había enseñado.

-¡Qué bonito cariño! Muy tú –dije riéndome.
-Tienes fotos con todos menos conmigo –dije poniendo pucheros.
-Ahora mismo nos sacamos fotos.

Y así hicimos, pero no las típicas fotos de pareja. Hacíamos el tonto, nos besábamos, mirándonos a los ojos… Cuando terminamos, las pasamos al ordenador y Niall imprimió unas cuantas y las colocó en la pared. Justo en ese momento, entró Harry para avisarnos de que la comida estaba lista.