domingo, 23 de octubre de 2011

Capítulo 2.

Me desperté cuando el piloto del avión decía que quedaban cinco minutos para aterrizar, así que nos rogaba que nos abrochásemos los cinturones y no nos moviéramos del asiento. Solo quedaban cinco minutos para pisar Londres, no me lo podía creer, estaba muy emocionada. Tanto que una pequeña lágrima corría veloz por mi mejilla.

Noté como el tren de aterrizaje de desplegaba y tocaba el suelo con un ligero golpe. El avión se paró y una azafata dijo: “Señores y señoras pasajeros, acabamos de aterrizar en London City Airport. Se les ruega que mantengan el orden para salir del avión. Esperamos que hayan tenido un agradable vuelo”. Una vez dicho esto la azafata se retiró a un lado y nos dejó pasar.

Salí, y me dirigí a recoger mis maletas y a pedir un taxi que me llevara hasta el pequeño hotel en el que me alojaba. Había decidido que era mejor alquilar una habitación en un pequeño hotel que alquilar uno caro y gastarme todo el dinero en él, ya que pasaría la mayor parte del día fuera.

Salí del aeropuerto y justo un taxi aparcó, y al verme el conductor salió de él.

-Buenas tardes, ¿le ayudo con las maletas? -me dijo el taxista.
-Buenas tardes. Sí por favor –le dije mostrando mi sonrisa. Las metió en el maletero y le di las gracias.
-¿A dónde se dirige bella dama? –me preguntó mirándome por el espejo retrovisor.
-A esta dirección –le dije tendiéndole un papel.
-Enseguida estaremos, está cerca de aquí. Buena zona para hospedarse -exclamó mientras arrancaba.

Tenía razón el taxista, en apenas 15 minutos llegamos. Me ayudó a bajar las maletas y me deseo una bonita estancia en Londres. Yo le pagué y le di las gracias por haber sido tan amable conmigo. Él me sonrió y volvió a entrar en su taxi. Vi como se alejaba, y cuando giró en la esquina, me dirigí al hotel.

-Hola, soy Emma Robles, y tenía reservada una habitación para un mes –le dije enseñándole el resguardo que me habían dado.
-Sí, su habitación es la 303, en la tercera planta me dijo, y me tendió las llaves.
-Muchas gracias.

Un botones me vio con las dos maletas y me ayudó a subirlas al cuarto. Me acompañó hasta la puerta y me dio las buenas tardes. Entré en la habitación. Era bastante amplia; tenía una cama de matrimonio enfrente de las ventanas, y desde la cama se podía ver, al fondo, la Torre del Parlamento, más comúnmente llamada, Big Ben.

Era pronto, así que podía salir a dar una vuelta y cenar fuera. Organicé las cosas en el armario, cogí la cámara, el bolso, las llaves, dinero y un jersey por si acaso, y salí a descubrir Londres ya entrada la tarde.

Cuando salí del hotel me choqué con alguien y le tiré todo lo que llevaba. Me agaché para recogerlo.

-Lo siento, de verdad que lo siento.
-No pasa nada –me dijo. Su voz me era muy familiar, demasiado diría yo.
-Soy una torpe, toma aquí tienes- le dije tendiéndole las últimas cosas.
-Gracias -me dijo.

Por fin le vi la cara. Y no… no podía ser, era él. Era el chico del que llevaba enamorada desde que le vi en X Factor un día.. Nunca pensé que le llegaría a conocer.

1 comentario:

  1. Acabo de encontrar tu fanfic y por lo que llevo leído creo que va a ser muy intersante :D

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