viernes, 25 de noviembre de 2011

Capítulo 17.

-¿Qué hacemos chicos? ¿Alguna idea? –dijo Lou.
-Podemos hacer plato único. Unas hamburguesas, patatas fritas, y ensalada de tomate y lechuga, ¿qué os parece? –dijo Zayn.
-Perfecto, manos a la obra –dije yo. Zayn se puso a hacer las hamburguesas con la carne picada que había en la nevera, yo la ensalada y Louis las patas fritas. De repente, noté como algo impactaba en mi cara. Me pasé la mano por la mejilla y era harina.
-¡Louis William Tomlinson, hoy mueres!-le dije echando a correr detrás de él.
-¿Hoy muere quién? –dijo Harry entrando en la cocina y viendo como Louis y yo nos perseguíamos alrededor de la mesa.
-Yo creo que ya sé quien muere –dijo Liam.
-¡Niall, plácale!
-A sus órdenes mi capitana –dijo Niall. Se dirigió a Louis y le agarró de la cintura para después tirarle al suelo.
-Thanks baby –le dije empezándole a hacer cosquillas a Louis.
-Vale, para ya, que me voy a mear –me dijo.
-No, no pararé hasta que me pidas perdón.
-Lo siento, lo siento –dijo Louis.
-Ay, que tonto eres Carrot –dije abrazándole.
-Lo sé, pero todos me amáis –dijo riéndose.
-Pero yo más –dijo Harry, y empezó a ponerle morritos a Louis.
-Ven aquí mi amor, que yo te beso –le dijo Louis. Se fueron los dos a darse mimos al salón. Y los demás nos quedamos acabando la cena. Cuando acabamos Liam y Zayn fueron a llamarles, y nosotros nos quedamos solos.
-Gracias por tirar al suelo a Louis amor.
-De nada cariño –me dijo abrazándome por detrás y poniendo su cabeza en mi hombro.
-¿Tengo harina todavía?
-Sí, un poco, ven que te la quito. Tienes un poco en el labio, pero ya te la quito yo –dijo y me besó.
-Uf, yo quiero que me limpies la harina que me tire Louis así siempre.
-A mi no me importa –dijo él- Bueno, vamos a cenar que ya oigo a estos pesados llamarnos.

Cenamos tranquilamente y luego los chicos se pusieron a ver una película, y yo subí a la habitación de Niall a cambiarme porque insistió en que me quedara a dormir. Me puse unos pantalones del gimnasio y una camiseta suyos. Vi la guitarra encima de la cama y no pude resistirme, y empecé a tocar y a cantar “One Thing”. Justo cuando acabé Niall entró en la habitación.

-¿Por qué no me has dicho que cantabas como los ángeles? –me preguntó.
-Porque me da vergüenza cantar delante de la gente.
-Pues que no te dé –me dijo abrazándome.
- Eres lo mejor que me ha pasado Niall, gracias por todo –le dije antes de besarle.

Me dormí en sus brazos, y a la mañana siguiente me desperté igual. Me levanté, y le dejé durmiendo. Salí de la habitación sin hacer mucho ruido y justo salía Harry de la suya.

-¿Qué horas son estas de levantarse Styles?
-Son las 10 y media, y tengo hambre.
-Bueno, pues vamos a desayunar, que a mí también me suenan las tripas.

Cada uno preparó su desayuno y luego nos sentamos uno al lado del otro en el sofá.

-¿Qué tal con Niall? Se os ve muy enamorados.
-La verdad es que sí, siempre soñé con conocerle, bueno a él y a todos. Y ahora estoy aquí, en vuestra casa, soy su novio, y vosotros mis hermanos. Todavía no me lo creo.
-Pues créetelo pequeña, porque es verdad. Te voy a decir una cosa. Nunca antes en lo que llevo siendo amigo de Niall le había visto tan enamorado de una persona. Y ha tenido algún rollito así, pero nada comparado contigo, así que cuídamelo bien porque se lo merece.
-OOH Harry, no te preocupes, le cuidaré.
-Ven aquí pequeña –me dijo, y nos fundimos en un abrazo. Los abrazos de Harry eran de verdad, eran sinceros y los sentía desde lo más hondo de su corazón.
-¿Sabes? A menudo me acordaba de ti, de lo bien que lo pasamos aquel verano juntos, y de si algún día volvería a verte. Fuiste mi mejor amigo Harry, y desde entonces, no he tenido otro como tú. Y ahora, estamos juntos otra vez, después de tantos años, y me alegro muchísimo.
-Yo también Em, yo también.

Nos pasamos la mañana hablando, contándonos nuestras cosillas, y los chicos fueron bajando a desayunar poco a poco. Después, como hacía buen día, fui a por mí bikini y a cambiarme de ropa al hotel y nos pasamos el resto de la mañana en la piscina. A nadie le apetecía cocinar, así que llamamos a un restaurante chino para que nos trajeran comida, y nos la comimos en el jardín. Iban a dar las tres cuando cada uno subió a su habitación para prepararse para ir a recoger a mis amigas. Estaba muy emocionada, quería verlas ya.

-¿Estáis listos? Parece mentira que seáis hombre –les dije yo que ya llevaba preparada un rato. Me había puesto unos pantalones marrones con una chaqueta de punto beige.
-Ya vamos impaciente –dijeron todos.

1 comentario:

  1. Es genial, es GENIAL *__*
    Me muero por leer más <3
    (Angdiez)

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