jueves, 3 de noviembre de 2011

Capítulo 11.

-¿Qué hacéis chicos? Ya está la comida.
-Nada, imprimiendo unas fotos –dijo Niall enseñándoselas.
-Oins, sois unas ricuras. Yo también quiero fotos.
-Bueno, pues luego después de comer hacemos una sesión –dije yo.

Bajamos a comer y ya estaban todos sentados, sólo faltábamos nosotros. De primero había macarrones con tomate y queso, y de segundo carne empanada. Estábamos comiendo ya el postre y me sonó el teléfono.

-¿Sí?
-Soy yo.
-¿Quién es yo? –dije riéndome, sabía perfectamente que era Itsaso.
-Tu tía la del pueblo. Quién voy a ser, Itsaso.
-Sabía que era tú desde el principio, que conste.
-Sí… claro, claro.
-Bueno, ¿y qué haces tú llamándome a estas horas, y más con la pasta que te está costando?
-Sí por cierto, me sales muy cara cariño. Pues verás… Marina, Ángela y yo…
-Vosotras, ¿qué?
-¡Nos vamos a Londres el viernes!
-¿Qué dices? –dije chillando como una histérica.
-Sí –me dijo ella.
-Pues ni se os ocurra alquilar nada, os quedáis en mi habitación del hotel, que hay sitio de sobra para las cuatro.
-Bueno, ya veremos. ¿Nos vienes a buscar al aeropuerto?
-Por supuesto, además iré con sorpresa, tendréis que esperar al viernes para saberla –sabía que a ellas les gustaba One Direction, y que cada una estaba coladita por uno de ellos. Itsaso por Zayn, Marina por Louis, y Ángela por Liam.
-No, dime ahora. Me enfado –me dijo, seguro que había puesto su cara de enfadada.
-No, no. Tendréis que esperar.
-Vaaaaaale –dijo al final- Bueno amor, me voy que me están esperando las chicas. Te esperamos en el aeropuerto a eso de las cuatro, ¡un beso!
-Un beso, ¡os quiero! –colgué el teléfono y vi que estaban todos mirándome.
-¿A quién le has dicho tú que las quieres? –preguntó Niall.
-A mis mejores amigas, que van a venir el viernes.
-¿Amigas? ¿Y son guapas? –dijo Louis.
-Las que más de todo España –dije yo.
-Entonces te tendremos que acompañar a buscarlas –dijo Liam.
-¡Exacto!
-No hay problema, el viernes, de excursión al aeropuerto –dijo Louis mostrando una gran sonrisa.
-Y, ¿nos puedes decir algo de ellas? –dijo Harry.
-¡No! Vosotros también tendréis que esperar al viernes –dije yo para chincharles –Venga Hazza acompáñame a por la cámara que empezamos la sesión de fotos.

Llegamos arriba, cogimos la cámara y la zanahoria gigante de Louis para sacarnos fotos con ella, pero Harry se sentó en la cama de Louis.

-Hey, ¿Vas happening? –le dije a Harry.
-Nada –me dijo hundiendo la cabeza en sus manos.
-Harry venga, dímelo, sabes que en mi puedes confiar.
-Lo sé –dijo sonriendo- Lo que pasa es que el otro día, en Milkshake City, había una dependienta nueva y… -hizo una pausa- no dejo de pensar en ella desde que la vi. Se llama Helen, es de pelo castaño y largo, ojos azules, piel blanca, con unas pecas muy graciosas en las mejillas… Me hizo reír mientras me pedía mi batido…
-Oins, Harold, ¿sabes lo que te digo? Que mañana mismo volvemos a Milkshake City y le dices algo ¿vale? Pero no estés mal
-Vaaaale. Muchas gracias Em, eres la mejor –me dijo mientras me abrazaba.
-De nada Harold. Y ahora venga, con la mejor de tus sonrisas abajo, que me quiero sacar fotos contigo. Por cierto… tonto el último –dije, y salí corriendo escaleras abajo.

Harry me pilló mientras corría hacia los chicos, y casi me tira al suelo. Si no llega a ser por Zayn…

-¡Quietos! –dijo Zayn. Harry y yo hicimos un freeze y nos quedamos parados –Em, la cámara. Louis, toma tu zanahoria. Ahora ya podéis seguir corriendo.
-Ya se me han quitado las ganas –dijo Harry.

Nos pasamos toda la tarde haciéndonos fotos, yo me saqué más de uno con cada uno y luego fotos de grupo. Como no, Louis se sacó una foto besando a su zanahoria y dijo que la iba a poner en el Twitter. Lo pasamos muy bien. Luego, Harry y yo subimos a imprimir las que más nos gustaban y les dijimos a los chicos que fueran subiendo. Ellos de mientras se pusieron a jugar a la Wii, como cada vez que tenían un rato libre. Al final, acabé con una foto de cada uno metida en el bolso, y un gran sobre con todas imprimidas.

Mientras, abajo, los chicos preparaban la merienda sin que Harry y yo nos enteráramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario