lunes, 14 de noviembre de 2011

Capítulo 15.

Narra Emma.

Eran las cinco y media, Louis y Harry se acababan de ir. Harry tenía que prepararse para su gran cita. Espero que le vaya bien. Si no llega a ser por ellos, no habría podido preparar yo sola todo esto, son los cuatro unos amores. Me conocen desde hace unos días, y ya parece que son años, y espero que dure mucho nuestra amistad.

Había colocado velas por toda la habitación, y pétalos de rosa por todo el suelo. Niall me dijo que le gustaba quedarse en casa comiendo unas palomitas y viendo una película. Así que había alquilado unas películas, “Love Actually” a petición de Harry, “Ojalá fuera cierto” a petición de Louis y “Serendipity” a petición mía. Era todo perfecto, habíamos colocado el sofá delante de una pared blanca, y los chicos habían traído un reproductor, sería como en los autocines.

Las seis menos cuarto. Me vibra el móvil. Es Zayn, dice que en cinco minutos llegan. Así que cojo la venda, la llave de la habitación y bajo a esconderme donde habíamos acordado.

Ya les veo, allí llegan. Los tres van con el pelo húmedo y alborotado; es normal, acaban de salir del gimnasio. Pasan por delante de mi escondite y Niall no se da cuenta de que estaba allí, ya que iba hablando con Liam. Zayn me hace una señal para que le tape ya los ojos.

Cojo a Niall por detrás y le pongo la venda en los ojos. Le doy un beso en la mejilla y le susurro: ”¿Confías en mí?” Él asiente con la cabeza. A duras penas les doy un abrazo a Liam y a Zayn y se marchan. Tomo la mano de Niall y le dirijo hacia el hotel.

-Cuidado, escalón –le digo para que no se tropiece.
-¿A dónde me llevas?
-Espera impaciente, ya lo verás.

Salimos del ascensor y vamos hacia la habitación. Abro la puerta y le quito la venda a Niall. No da crédito a lo que ven sus ojos.

-Es… es… perfecto –consigue articular. Acto seguido, se da la vuelta, me agarra de la cintura levantándome del suelo y comienza a dar vueltas. Se para y me besa. Un beso largo, tierno, esperado durante todo un día. 
Entramos en la habitación besándonos. Se separa de mí y me dice:

-No podía ser una cita más perfecta. Lo que más me gusta, con la chica perfecta, en el lugar perfecto.
-A tus indicaciones me remito, solo hay que saber interpretarlas bien –dije burlona.
-Qué graciosa cariño. ¿Qué películas tenemos para ver?
-Pues una la he elegido yo, otra Harry y otra Louis.
-La de Harry me imagino cual es, así que vemos la tuya primero.

Niall se sentó en el sofá con el cuenco de palomitas en sus piernas mientras yo ponía la película. Hizo un gesto para que me sentara a su lado. Apartó un poco el bol de palomitas para luego colocarlo entre los dos. Pasó un brazo por mis hombros y me atrajo hacia él. Pasamos así toda la película. La película acabó y encendí las luces.

-¿Te ha gustado? –le pregunté.
-Sí, mucho. Pero no más de lo que me gustas tú –dijo consiguiendo que me sonrojara.
-Eres tonto –le dije dándole un beso.
-Sí, soy tu tonto- dijo besándome la frente y abrazándome.
-Tengo una cosa para ti –dije separándome bruscamente y cogiendo un paquete de la mesilla de noche – La compré antes de venir, por si me encontraba contigo y tenía la oportunidad de dártela. Al principio, me parecía un poco cursi, pero ahora que eres mi novio, no.

Abrió el paquete y sacó la pulsera. En ella estaba grabada una frase: “You light up my world like nobody else. Love, Emma” Aunque no lo creáis, conseguí que me grabaran toda la frase.

-Me encanta, es lo más bonito que me ha regalado nadie nunca. Y aunque sé que va a sonar raro, yo también tengo algo para ti –me dijo y me tendió una caja. Era una pulsera con varios colgantes. Una clave de sol, un corazón y un dos. Nuestro número, la fecha en la que habíamos empezado a salir. En el corazón ponía: “Only you” y por detrás “Niall”.
-OOOOOOH, es precioso. Te quiero, te quiero, te quiero –le dije.
-Yo más, siempre –dijo y me abrazó, estuvimos así un rato y luego pusimos la siguiente película, la de Louis.

Era muy bonita la película, y me demostró cuantas cosas se pueden llegar a hacer por amor. Acabó la película y ya eran más de las diez.

-Bueno, creo que debería irme, es tarde –dijo Niall. Yo le miré con cara de sorprendida.
-¿A dónde crees que vas? Tú hoy te quedas a dormir conmigo.
-Pero mañana tenemos ensayo.
-Lo sé, tú vas más tarde. Los chicos se lo han dicho a Simon, y Simon ha dicho que se alegra de que seas feliz, y que te deja ir más tarde al ensayo.
-¿En serio?
-Y tan en serio. Así que venga, a dormir que te veo cara de cansado –dijo burlándome de él.

Cogí mi pijama y me fui al baño a cambiarme, cuando volví Niall estaba con los pantalones del gimnasio y tumbado encima de la cama.

-¿Nadie te ha dicho que así estás muy sexy? –le dije tumbándome a su lado.
-¿Pero tú te has visto? No te quedas corta amor –me dijo besándome.

Apoyé la cabeza en su pecho y él me abrazó. Me dio otro beso de buenas noches y nos dormimos así. Los dos estábamos realmente cansados, había sido un día muy ajetreado pero perfecto. Aunque a su lado todo es perfecto.

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